Parece obvio que si usamos un marcador de fieltro de punta gruesa nuestra escritura será más grande que si lo hacemos con bolígrafo.
Sin embargo, para fundamentar nuestro trabajo, la profesión nos pide traspasar el límite de lo “obvio” que nos brinda el “sentido común”, ya que es una herramienta que podemos manejar sin estudiar grafología, como meros neófitos en el tema.
Pero además también podemos superar el plano de las especulaciones inferenciales gracias a investigaciones sobre muchos temas, por acotadas que sean…
Los datos que siguen nos dan seguridad a la hora de sustentar un informe donde tengamos que evaluar (por ejemplo…) un síndrome autoestimativo que incluya la dimensión, si el escrito fue realizado con fibra o con marcador grueso. Y da más elementos de convicción a un Juez si lo argumentamos explícitamente para fundamentar algún punto de pericia…
El tiempo transcurrido (1985) no le quita validez a este pequeño estudio realizado en Houston (Texas) por el perito Janet Fenner Masson y publicado en el «Journal of Forensic Sciences».
Consiste en la comparación de la escritura de 34 personas, realizada con tres instrumentos diferentes: bolígrafos, lapiceras de fibra de punta standard y marcadores de fieltro de punta gruesa. El resultado fue que:
– 21 personas escribieron más pequeño con birome que con fibra y con marcador
– 8 personas escribieron con dimensión similar con birome y con fibra
– 4 personas escribieron en menor dimensión con fibra que con los otros instrumentos
– 1 sola persona escribió prácticamente en el mismo tamaño con los tres instrumentos
Carlos Guzmán en “El Peritaje Caligráfico” incluye las imágenes que aquí comparto. Vale la pena!!
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