Está poco difundido que el grafólogo polaco Rafael Schermann (1879-1945) descubridor de los principios grafología emocional sistematizados luego por Honroth, le hizo un análisis grafológico a Sigmund Freud… Y así lo cuenta el mismísimo padre del Psicoanálisis (1):
“Un amigo intentó, sin mi consentimiento, despertar sus dotes imaginativas mostrándole mi escritura. Schermann sólo declaró que era la letra de un señor anciano -lo cual era fácil de adivinar- con el cual resultaba difícil convivir, pues era en su familia un tirano inaguantable. Quienes comparten mi hogar no podrán confirmar tal caracterización”.
Pero hoy se sabe de la “abundancia de testimonios que confirman la aseveración de Schermann: Freud fue un tirano en su hogar, en donde “domesticaba” a quienes vivían con él”. (1). Y mucho más… tenemos la gran ventaja de contar con las enseñanzas de su propio trabajo, “La negación”, de 1925…
Freud agrega que a Schermann “se le atribuyen las hazañas más admirables. No sólo sería capaz de reconstruir el carácter de una persona a partir de su letra, sino también dar de ella una descripción física y agregar predicciones que más tarde serían confirmadas por la realidad”. Pero enseguida lo desacredita: “Es cierto que la fama de muchas de estas llamativas proezas tiene por único fundamento su propia narración de las mismas.”
No obstante estas opiniones, Freud dedica al grafólogo unos cuantos párrafos, ya que éste analizaba las cartas de la amante de uno de sus pacientes…
Recordemos que Rafael Schermann es el autor de “La escritura no miente” (1912, primer antecedente bibliográfico de la Grafología Emocional). Era un agente de seguros que trabajó desde muy chico en la oficina de su padre, donde “jugaba” a identificar a los clientes por sus escrituras… Pero además encontró que las alteraciones en las escrituras tenían relación con las actitudes y comportamientos circunstanciales de cada uno.
Tanto él como su libro fueron rechazados en su época porque no respondía a los cánones que buscaba la grafología ya que atribuía sus aciertos a poderes de “segunda vista” y telepatía. De hecho, entre 1916 y 1918 hizo experimentos de clarividencia con un profesor de psicología de la Universidad de Praga, Oskar Fischer, en los cuales tocaba escrituras con los ojos vendados para develar características del autor. Sólo muchos años después se encontraron claves de importancia para la grafología como disciplina científica.
La ilustración incluye la escritura de Sigmund Freud y una interesante foto de Schermann joven, con un gato negro en los hombros…como correspondía a su marketing…
(1) “Psicoanálisis y telepatía”, Freud, S., Obras Completas
Isabel Quiroz dice
Hola Adriana, soy estudiante de Grafología y me resultaron muy interesante las notas.
Adriana Ziliotto dice
Me alegro, Isabel! La idea es difundir temas que nos ayuden a pensar nuestra profesión. Te agradezco mucho la opinión. Seguimos en contacto!
Osvaldo Buscaya dice
El psicoanálisis (Freud) posee entidad científica conceptual concreta
Adriana Ziliotto dice
Efectivamente…