Quizá valga la pena comenzar por el final… Y el final dice así: “Además de usar la encuesta BADS, el análisis informático del rendimiento de la escritura se puede utilizar como un método objetivo, simple, rápido y relativamente económico para evaluar la cinemática de los movimientos escriturales. La combinación de ambas herramientas puede presentar una imagen de la disminución de las funciones ejecutivas (EF) de los individuos, así como una disminución en sus desempeños diarios reales”.
Esta vez fueron S. Rosenblum y sus colaboradores del Departamento de Terapia Ocupacional de la Universidad de Haifa, Israel, quienes encararon una investigación sobre “Cambios relacionados con la edad y sus relaciones en el desempeño de la actividad escritural”, publicada hace ya unos años (2013) en “Human Movement Science”, N° 32 (págs. 363-376).
Una mirada a las investigaciones grafológicas actuales (tomando como “actualidad” desde los años ‘90), dan razón a los profesionales que manifestamos la necesidad de “aggiornar” algunos aspectos de nuestra disciplina.
Es verdad que las bases asentadas por los grandes maestros son muy anteriores y se mantienen tan sólidas como el primer día. Esto lo demuestra un tema de interés siempre vigente como la evolución de la escritura y sus proyecciones, que nos lleva a recurrir a la consistencia de las escalas de Gobineau, Ajuriaguerra, Perrón, Dorcet, Poncet, Flamand…
Dentro de este campo, hoy se avanza en el estudio del deterioro de las funciones ejecutivas que se registra con el avance de la edad cronológica, tema en el cual la grafopatología orgánica relacionada con la neurología, vuelve a justificar sus objetivos y a confirmar la eficacia de sus fundamentos, en este caso relacionados puntualmente con el deterioro de la corteza frontal y prefrontal que implica el envejecimiento.
El trabajo que hoy citamos utiliza los nuevos instrumentos informáticos para captura, visualización y medición de la producción escritural, lo que permite integrar nuevos signos a los síndromes tradicionales de la grafología y da un paso más hacia la actualización de la disciplina.
Junto a la dimensión, la distribución espacial y todas las variables que se miden en las capturas convencionales, aparece como determinante la medición diferenciada del tiempo de ejecución de enlaces físicos y aéreos, siendo sobre todo estos últimos proyectivos de los procesos ejecutivos de la corteza frontal y prefrontal. Se trata de los enlaces aéreos que siempre formaron parte de la praxia escritural… pero no se podían cronometrar, ni visualizar, ni medir.
El estudio incluyó 80 participantes de 31 años a más de 76 que se dividieron en cuatro grupos de 20, según la edad (31 a 45; 46 a 60; 61 a 75 y más de 76), todos con 12 años de estudios, diestros, sin problemas visuales o auditivos (con o sin accesorios), sin enfermedad neurológica o artritis que alterara la función de su extremidad derecha, sin síntomas de depresión, déficit de memoria ni deterioro cognitivo (evaluado con MMSE) y completaron el test de “Evaluación del Comportamiento del Síndrome Disejecutivo” (BADS).
Esta información muestra una vez más la necesidad de controlar todas las variables que pudieran afectar a los grupos de personas que deben producir la muestra gráfica, sin lo cual no se obtendrían resultados confiables.
Todos los participantes respondieron una entrevista grafológica cerrada sobre los hábitos de escritura y realizaron una batería gráfica que consistió en la transcripción de un texto (impreso en una hoja escrita en PC) sobre una “Herramienta de Evaluación Computarizada” para obtener nuevas medidas cinemáticas del proceso escritural.
Ya que la mayoría de los estudios ponían el acento en el contenido de la escritura, es muy importante analizar la decisión de evaluar en esta oportunidad la transcripción de un texto, porque se consideró que este tipo de producción comprende las funciones cognitivas necesarias para el desempeño de actividades cotidianas complejas, tales como plan de acción, planificación temporal, organización y planificación espacial, razonamiento y resolución de problemas, memoria, selección motora, fuerza, pensamiento conceptual, autocorrección, juicio y toma de decisiones.
Las diferencias fueron estadísticamente significativas entre los cuatro grupos etarios tanto para las funciones ejecutivas medidas con el BADS, como para las medidas escriturales de tiempo y espacio.
Además de las mediciones convencionales de dimensión (aumentó con la edad por deterioro del dominio espacial), se evaluó la proporción de tiempo de trazado aéreo y de trazado físico: fue de 140 % en los más jóvenes y aumentó a 200 % en el de mayor edad. Se encontró que el menor tiempo en el aire refleja la madurez, el automatismo en el rendimiento, habilidad para implementar una solución (programa de acción) y para responder a las reglas y los cambios. Cabe mencionar que estudios anteriores con pacientes con impedimentos cognitivos leves (DCL) y con Enfermedad de Alzheimer (EA) leve, también registran un tiempo significativamente mayor de trazos aéreos que los participantes sanos.
Relacionado con la proporción temporal entre tiempo en el aire y tiempo sobre el soporte, está la longitud media del trazado en centímetros, esto es: la longitud total de la trayectoria del lápiz desde el punto en el que toca el soporte hasta que se aleja de él.
En cuanto al tiempo total, se encontró que aumentaba con la edad, lo que implica una disminución de la velocidad de rendimiento.
A partir de estas evaluaciones, se encontraron diferencias significativas entre los distintos grupos de edad, tanto en las medidas temporales y espaciales de la escritura evaluadas informáticamente como en el control de las funciones ejecutivas evaluadas con la prueba BADS. Ellas son:
- El control de las funciones ejecutivas se podría predecir por edad a través del test BADS
- Signos temporales y espaciales de la escritura evaluados informáticamente diferencian los distintos grupos etarios.
- Ciertas medidas de desempeño de la escritura correlacionan con la edad.
- La escritura tendría más valor de predicción del control de las funciones ejecutivas, al margen de la edad.
Los autores agregan que “siguiendo los resultados (de investigaciones) anteriores y actuales, podemos suponer que un aumento en el tiempo de escritura en el aire puede indicar una disminución en la fluidez y efectividad del rendimiento de la escritura a mano que ocurre con la edad. Además, la variable en el aire puede no ser solo una medida del deterioro funcional, sino que, más específicamente, puede ser una indicación de dificultades para planificar una actividad en relación con el espacio y el tiempo”.
Este dato también viene a fundamentar científicamente evaluaciones grafológicas de selección de personal.
(Todas las imágenes corresponden a un caso propio)
JUAN DOMÍNGUEZ ROSALES dice
Un interesante artículo científico. Felicitaciones.
Adriana Ziliotto dice
Hola Juan, gracias por comunicarte. Me complace que te haya interesado!
MARGARITA MERKERT dice
QUEDÉ IMPACTADA Y ME INTERESARÍA CONOCER EL MÉTODO UTILIZADO. REALMENTE MUY INTERSANTE EL ESTUDIO.
Adriana Ziliotto dice
Margarita, es un gusto intercambiar con vos! En este caso, se procedió a medir y relacionar la cantidad de tiempo en que la pluma informática está en el aire con el tiempo en que la pluma está efectivamente sobre el soporte (la tableta). Gracias por tu interés! Cariños.
Liliana Vilchez dice
Gracias por compartir un tema de interés siempre vigente como la evolución de la escritura y sus proyecciones. Sus investigaciones nos acercan a informacion tan importante como el uso de nuevos instrumentos informaticos. Excelencia.
Adriana Ziliotto dice
Muy generosa, Liliana… Muchas gracias por tus palabras. Publicar las novedades científicas es la manera de avanzar en todas las disciplinas. Ese es uno de los principios de la ciencia. De nada vale hablar si no se difunden los conocimientos comprobados que van surgiendo cada día. Un abrazo!