Una gran cantidad de actividades de la vida cotidiana se llevan a cabo gracias a la combinación y coordinación de ambas manos. Resulta evidente cuando se trata de abrochar una camisa, atar cordones, cortar una fruta. Pero cuando referimos a la escritura, la mano dominante adquiere relevancia y se desdibujan las funciones de “la otra mano”. La denominación de “no hábil” contribuye en dejar oculta su incidencia en los resultados -positivos o negativos- de esa praxia. Como si fuera contingente y, por lo tanto, innecesaria.
Por este motivo, la reeducación de la escritura busca visibilizar primero y restituir después la importancia de la mano no dominante mediante estrategias claramente bimanuales que apuntan a fortalecer la prensión y entrenar la manipulación y liberación de objetos. Esto es necesario para fijar la hoja, quitar y colocar cubiertas a los instrumentos escriturales, tomar y desplazar elementos de medición, pasar las hojas de un cuaderno y mantener el equilibrio corporal mediante el apoyo que, en muchas ocasiones, involucra hasta el codo.
La reeducación grafológica no comprende técnicas de inducción de habilidades por restricción de movimientos de la mano complementaria (recurso que la Terapia Ocupacional aplica en la rehabilitación de algunas otras tareas de la vida cotidiana). En cambio, introduce la ejecución de actividades escriptográficas de bajo nivel de frustración con mano no dominante. Son técnicas de características lúdicas con bajo nivel de frustración entre las que se incluye el trabajo del ritmo a través de punteos multicolores en consonancia con un tema musical.
En algunos casos los efectos trascienden estos objetivos básicos que apuntan a la integración activa y optimización de la praxia originaria. Es cuando la destreza escriptográfica crece y alcanza la producción escritural propiamente dicha. El resultado es un ambidextrismo que capitalizan las personas con patologías que afectan severamente la escritura con la mano dominante.
La imagen muestra a un grupo en plena actividad con ambas manos en simultáneo, y el detalle de la producción gráfica con mano izquierda por parte de un paciente diestro.
Vanesa Bustamante dice
¿La mano no dominante se utiliza para pensar también? ¿Pierde sus capacidades el hemisferio derecho o izquierdo por no mover esa mano para escribir?