El beneficio de estimular el pasaje de la escritura en imprenta a la cursiva cuando el niño se encuentra en la etapa caligráfica (y no después), tienen su fundamento en el concepto de “zona de desarrollo próximo” de Vigotsky. Ese es el momento en el que la escritura ligada se convierte en un estímulo para impulsar la capacidad de abstracción, condición necesaria para escribir una letra anticipando mentalmente la letra que sigue. La incompletud de esa capacidad se suele notar en los ligados defectuosos (F 11 y F 12 de la Escala E) que se convierten, de ese modo, en un reflejo del estilo cognitivo preoperatorio y del avance de la función semiótica.
Pero estas conclusiones a las que llega la grafología infantil gracias a las inferencias que nos habilitan Piaget, Vigotsky y Ajuariaguerra, entre otros, se objetiva en investigaciones más recientes.
Una de ellas trata sobre la automatización de las habilidades grafomotoras. Se titula “¿Cómo se vuelven automáticos los movimientos para producir letras durante la adquisición de escritura?” y fue realizado en Francia en 2014 por Sonia Kandel, de la Universidad de Grenoble y Cyril Perret, de la Universidad de Poitiers. Allí se muestra cómo la aparición en los niños de la anticipación motora (o capacidad de prever movimientos gráficos) se proyecta en la velocidad de la ejecución de algunas partes de las letras.
El estudio se realizó con niños de 8, 9 y 10 años, quienes escribieron en una tableta digitalizadora tres pares de letras cursivas que ofrecen distintas situaciones morfocinéticas:
- En el primer par de letras, “ll” (doble ele), la segunda “l” (ele) no contiene cambios en el tamaño ni en la dirección del trazo respecto de la primera “l” (ele).
- En el siguiente par de letras, “le» (ele + e), la segunda letra, “e”, contiene un cambio en el tamaño en relación a la “l”.
- En el tercer caso, “ln” (ele + ene), la segunda letra, “n”, contiene un cambio en el ductus o dirección del trazo en relación a la “l”.
El resultado muestra que los niños de 9 y 10 años tienen un patrón de tiempo igual al de los adultos, que han demostrado en estudios previos cómo la lograda capacidad de anticipación de la segunda letra modifica la ejecución de la letra previa de la siguiente manera:
- “ll”: en este par de letras, el tiempo del pleno (trazo descendente) de la primera “l” fue mayor que el perfil (trazo ascendente) cuando se realizó la segunda “l”, que no implica cambio de tamaño ni de ductus. El ejemplo que sigue (propio), corrobora el dato de la investigación trasladado al índice de velocidad: el gráfico muestra que la velocidad del pleno de la «l» es menor.
- “le”: en este caso, el tiempo del pleno de la “l” es aún mayor porque sigue la letra, la “e”, la que implica un cambio de tamaño. A continuación, el ejemplo (propio) muestra la disminución del índice de velocidad del pleno de la «l» previo a una letra más pequeña.
- “ln”: aquí el tiempo del pleno de la primera “l” fue todavía mayor cuando la segunda letra era la “n”, porque implica un cambio de ductus. El gráfico que sigue (ejemplo propio) objetiva una disminución aún mayor de la velocidad del pleno de la «l» cuando sigue una letra con cambio en la dirección del trazo.
Este patrón de datos de tiempo se dio en los niños de 9 y 10 años, lo que indicaría que la anticipación motora comienza alrededor de los 9 años, ya que las muestras escriturales tomadas a los niños de 8 años no presentaron en ningún caso disminución de velocidad en el pleno de la letra “l”. Ello parece demostrar que en esa edad no se toman un tiempo mayor que permita prever ni el tamaño ni el ductus que presenta la letra siguiente.
La conclusión del estudio sugiere que aprender a anticipar la producción de la escritura requiere modular el trazo descendente o pleno en función de las características de la siguiente letra, cosa que no hicieron los niños de 8 años.
Si bien no hay estudios comparativos todavía, esto significaría que ejecutaron letras cursivas como si fueran letras independientes, tal como lo hacen cuando escriben en imprenta.
(Las imágenes corresponden a capturas informáticas propias)
Josefina Greco dice
Muy buena investigación,! Clara en los conceptos y definida en los objetivos q se quieren alcanzar. Felicitaciones Adriana!
Adriana Ziliotto dice
Muchas gracias, Josefina! Estamos en una etapa de crecimiento en el estudio de la escritura y me da mucho gusto compartir los avances que se van haciendo. Un abrazo!
Hilda Saguin Valverde dice
Hola Adriana me gustan siempre todos los Temas de Grafología que das, especialmente de Enfermedades, Patogias y Grafoterapia. En éste caso tu Tbjo es excelente, pero me gustaría ver manuscritos explicando éste caso para mejor entendimiento, es decir aquí sólo se ve la parte Técnica Teórica, y creo que le faltaría la parte práctica del escrito….
Un saludo afectuoso
Hilda Saguin Valverde
Grafoanalista
Adriana Ziliotto dice
Hola Hilda, cómo estás? Me alegra mucho que compartamos el interés por estos temas! El trabajo completo lo podés ubicar fácilmente clickeando aquí mismo: Kandel, S., Orliaguet, J. P., & Boë, L. J. (2000). Detecting anticipatory events in handwriting movements. Perception, 29(8), 953–964. https://doi.org/10.1068/p2864. Es una investigación de la que yo repliqué ejemplos con mi soft, E-GRAPHING.Plus, tomando las muestras que se ven a la izquierda de la imagen. Cariños y seguimos comunicadas!
HILDA ISABEL SAGUIN DE VALVERDE dice
Gracias!!! Adriana
Por enviarme tan buen informe
Cariños Hilda
Adriana Ziliotto dice
De nada! Cariños, Hilda!
Graciela Relión dice
Adriana, mi admiración y respeto por tu trabajo. ¡Saludos desde México!
Graciela Relión dice
Adriana, ¡mi admiración y respeto por tu trabajo! El estudio brinda pautas claras para seguir entendiendo el aprendizaje de la escritura en los niños.
¡Saludos afectuosos desde México!
Adriana Ziliotto dice
Hola Graciela! Me estimula tu apoyo, muchas gracias. Creo que hay mucho trabajo por hacer en este campo tan apasionante. La investigación científica es posible en la Grafología…