¿Por qué decimos que la guirnalda proyecta adaptación y amabilidad, a diferencia del ángulo? ¿Cuál es el fundamento?
El esclarecedor gráfico de Pacifico Cristofanelli (“Grafologia. Dalla scrittura alla personalità”) muestra cómo se desglosa la fuerza de progresión con los movimientos de flexión y extensión, abducción y aducción en una curva y en un ángulo. Después de verlo, cuesta no razonar…
En la guirnalda, la base del cuerpo de las letras y las uniones entre ellas son en forma de “u”, trazo en sentido antihorario, forma abierta a la zona superior por lo que sus elementos simbólicos fluyen a zona media y tiñen los comportamientos: admisión de las normas, aceptación de los aportes del mundo exterior y de lo nuevo en un gesto receptivo y disponible.
Esta combinación de contenidos de la zona superior en la zona media -que la guirnalda hace posible- incluye la propiedad de elaborar intelectualmente los atributos mencionados, gracias al proceso secundario.
Los fenómenos proyectivos de la apertura superior (diferentes a la apertura inferior…) se combinan aquí con la curva, construcción gráfica que exige la regulación de la fuerza en el avance del ductus y, por lo tanto, refleja capacidad de autocontrolar y graduar los contactos, cualidad de las conductas adaptadas, empáticas, complacientes, sociables.
Por el contrario, la presencia de ángulos en las uniones y partes de las letras indica la falta de regulación del avance del trazo y proyecta que la acción se realiza con la misma potencia en todo su trayecto, hasta la última instancia. El freno del trazado (de la actividad…) es abrupto, por lo que produce ángulos sobre todo al impactar las líneas gramáticas superior e inferior (los límites…). Es indicativo de constancia extrema en las tareas iniciadas (lo que refleja voluntad) y adhesión inalterable a las propias ideas (indicativo de obstinación).
Estas conductas inflexibles se relacionan con una adaptación difícil y combativa, oposición, inconformismo y agresividad hacia el entorno, con el que chocan.
A partir de aquí se infiere que las curvas abolladas propias de la escritura infantil precaligráfica son proyectivas del esperable déficit motor que impide la regulación de la fuerza de progresión. El ductus curvo (generalmente arco) avanza con pequeños ángulos que -siempre que no se expliquen por una patología motora- hablan de la conducta lógicamente «no adaptada» de los niños en ese estadio.
Tan transparente es el fenómeno gráfico: proceso del logro de la curva con sucesión de pequeños fracasos… Ausencia de guirnalda y presencia de arco (típico de la escritura infantil), ductus en sentido horario que absorbe en zona media elementos simbólicos de la zona inferior: necesidad protección y prioridades relacionadas con el instinto de conservación. Impulsividad, proceso primario…sin elaboración intelectual.
De esta manera, parece más fácil pensar los gestos gráficos en todas las etapas…
Elena Gewer dice
Muchas gracias Adriana por compartir y difundir.
Elena Gewer
Adriana Ziliotto dice
A vos, Elena! Seguiremos compartiendo… Cariños!
Torres Amelia dice
Gracias ADRIANA !! lo comparto con el Grupo Grafología
Liliana Vilchez dice
Muchas gracias por compartir información.
Adriana Ziliotto dice
Muchas gracias a vos por compartir este espacio. Seguimos en contacto! Un abrazo