La escritura es objeto de investigaciones que suman valiosa información para nuestro desempeño en el área de la grafopatología. En este caso, surge del artículo ”Los niños con autismo muestran impedimentos específicos de escritura”, de 2009.
Fueron médicos estadounidenses quienes hallaron compatibilidad de una serie de rasgos gráficos con el Trastorno del Espectro Autista. Para ello analizaron la producción escritural de 28 niños de entre 8 y 13 años de edad: 14 con TEA y 14 niños que integraron el grupo de control, sin trastornos del desarrollo, neurológicos o psiquiátricos ni familiares directos con trastorno generalizado del desarrollo.
Estudios previos encontraron que un grupo de adultos con TEA escribía de manera significativamente más grande, lo que no implicaba una calidad inferior. Para detectar diferencias en otras variables en esta oportunidad las muestras manuscritas se calificaron de acuerdo con el protocolo de la “Minnesota Handwriting Assessmen”.
Esta prueba presenta una frase (“The brown jumped lazy fox quick dogs over”) para copiar en el mismo tamaño de la muestra, en hoja pautada y con la mejor caligrafía posible. La puntuación se realiza de acuerdo a cinco categorías. 1) legibilidad y ejecución, 2) reproducción de ángulos y curvas según el modelo sin trazos adicionales, límites en la extensión de las letras 3) dirección (grado de serpenteado sobre el renglón), 4) dimensión y 5) espacios entre letras y palabras.
Las diferencias fueron estadísticamente significativas en el reemplazo de curvas por ángulos, presencia de extensiones de zonas mayores a 1/16 de pulgada (límite establecido por la evaluación) y baja calidad. No ocurrió lo mismo con la dimensión, pero se considera la influencia que pudo haber ejercido el instructivo, que pide que el tamaño de letra debía coincidir con el de la muestra.
La correlación de esta prueba con evaluaciones de la motricidad en niños con autismo de inteligencia promedio, sugiere que las dificultades generales en el control motor contribuyen a una caligrafía de menor calidad, por lo que ésta no refleja simplemente un retraso en el desarrollo.
El rendimiento sobre los movimientos que requieren control fino estuvo puntualmente relacionado con la producción gráfica, lo que corrobora aquí el vínculo entre la escritura y las habilidades complejas de la motricidad digital.
La investigación se realizó en los Departamentos de Neurociencias y Neurología de “Johns Hopkins School of Medicine” y el “Kennedy Krieger Institute” de Baltimore, Maryland, Estados Unidos. Estuvo a cargo de Christina T. Fuentes, Stewart H. Mostofsky y Amy J. Bastian.
La imagen es de www.mundoasperger.com
Desde aquí se puede acceder al artículo completo, publicado en la Revista “Neurology”: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2777071/
Realmente valioso si le sumamos nuestra mirada crítica.
Adriana
Muito interessantes. Gostaria de saber mais sobre autismo. É o que puder mandar.
Muito obrigadas, abraços.
Doris
Hola Doris, te enviaré otros artículos relacionados con el tema. Es un gusto estar en contacto!
Saludos.
Adriana
Hola Adriana muy interesante la aplicación de la grafo logia en estos síndromes. Me interesaría saber mas de como aplicar en niños con trastornos autistas.
Muchas gracias
Sandra, es un gusto estar en contacto con vos y saber de tu interés por estos temas. La Biblioteca Biomédica de USA tiene investigaciones sobre el tema y podés acceder via internet. Te mantendré informada si realizo alguna capacitación al respecto… un tema muy interesante y útil… Te mando un abrazo y seguimos comunicadas!